EJERCICIO DE AUTOCONOCIMIENTO
{Ahora soy un árbol grande, robusto, frondoso y, eso sí,
caduco. Ahora doy "buenos frutos", sirvo de cobijo a las aves y doy
buena sombra a las personas. He madurado y
en mi corteza han quedado las huellas de las inclemencias
y del tiempo. Pero no siempre fui así:
No sé quien me plantó un día. Yo no decidí nacer en
ese momento ni en ese lugar. A mi
"me plantaron".
Sólo sé que al principio era pequeño y débil y necesitaba muchos cuidados: abundante agua
y sol. En ocasiones alguien me abonaba y me quitaba las malas hierbas. En otros
momentos, algunas manos expertas me podaban- no sin dolor- para poder
desarrollarme todavía mejor. El viento y las plagas fueron modelando mi talle.
Mis raíces fueron abriéndose paso entre los estratos del subsuelo en búsqueda
de preciado fluido. Mis ramas y mi follaje se levantaron poderosas hacia el
dios sol.
Pasaron algunos años antes de que las florecillas
incipientes se convirtieran en frutos ridículos al principio. Luego, por fin,
me sentí poderoso y capaz de ofrecer mis frutos carnosos y maduros. Ni el viento, ni las inclemencia, ni las plagas podrían
conmigo: Soy un árbol robusto, fuerte, independiente y maduro.}
A partir de este relato, piensa en tu vida....
¿Cómo era la tierra donde te desarrollaste?
¿Quién te abonaba y cuidaba
de pequeño?
¿Qué cuidados
necesitabas de pequeño?
¿Qué o quienes eran las plagas y las malas hierbas?
¿Quién te podaba
"con dolor"?
¿Cuándo y cómo empezaste a buscar el agua por
tu cuenta?
¿Cómo son
tus raíces?
¿Cuáles son tus raíces?
¿Cuáles son las huellas que ha dejado tu vida en
tu corteza?
¿Cómo es tu corteza?
¿Cómo son tus ramas?
¿Cómo enfrentas las inclemencias y las plagas?
¿Cuáles son tus frutos?
¿Estás maduro/a?....¿Eres una persona madura?
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